En nuestro recorrido por las bondades de la multilocalización, es decir, la diversificación geográfica con inversión directa en el exterior, ya hemos visto algunas de las claves de esta práctica empresarial que considero imprescindible en el actual mundo global.
También he comentado cuál ha sido el impacto de la multilocalización en la Corporación Mondragón, teniendo en cuenta que el 70% de sus empresas son pymes.
De todos esos datos se pueden deducir varias conclusiones y también plantear algunas reflexiones:
- Respecto a las exportaciones, no es cierto que las empresas que instalen fábricas en otros países exporten menos. Al contrario, exportan más porque complementan sus producciones en el exterior con las producciones locales. En algunos sectores como automoción, sirven desde la casa matriz algunos subconjuntos que se acaban en la filial, generando más ventas y empleo en la casa matriz.
- Respecto al empleo total, nos gustaría introducir el elemento “centro de decisión”. Aquellas empresas cuyo centro de decisión coincide con el del territorio (empresas con capital español en España), protegen mucho mejor el empleo que las multinacionales extranjeras. Si analizásemos la deslocalización de producciones en los últimos años, me atrevería a asegurar que más del 80% de ellas, son debidas a multinacionales que se habían instalado en España en búsqueda de coste y que, tras nuestra pérdida de competitividad, han migrado a otras regiones o países (Este de Europa o Asia). El caso más “sangrante” se ha vivido en Cataluña, con la pérdida de miles de empleos en los últimos 10 años.
- En este sentido, me gustaría incorporar otra reflexión: ¿necesitamos seguir impulsando la atracción de inversiones extranjeras a España? Hasta ahora, esta atracción se sostenía argumentando que nos aportaban tecnología principalmente, además de empleo a corto plazo pero… ¿Cuál ha sido el coste de atraer a todas las multinacionales a Cataluña y cuánto tiempo han estado? Y, por otro lado, ¿Qué incorporación de tecnología han aportado que hayamos podido aprovechar para crear empleos una vez se hayan marchado? En la nueva complejidad, y teniendo en cuenta que existen cadenas globales de valor, ¿No sería mejor apostar por empresas cuyo centro de decisión esté en España, que incorporen proyectos de open innovation y que busquen tecnología en el exterior? Solamente así, conseguiremos mantener un tejido industrial propio y que mantenga el empleo con mayor intensidad.
- Otra consideración diferente respecto a la atracción de inversiones extranjeras es la referida a la implantación de sedes en España. Esta es una reflexión interesante: si somos capaces de atraer empresas latinoamericanas o asiáticas que consideren a España su plataforma de entrada en Europa, el salto de competitividad será enorme como habitualmente comenta Javier Santiso. En primer lugar, el empleo que se creará será de alto valor añadido sin riesgo de deslocalización por menores costes como ocurre con las inversiones industriales, además la posibilidad de realizar colaboraciones tecnológicas se multiplica y, especialmente, el desarrollo de relaciones personales, clave para el éxito de nuestras empresas en su posicionamiento mundial. Las relaciones personales, son la pieza angular del éxito con países y empresas emergentes.
- Respecto a los resultados netos dos observaciones que surgen: La primera es que en el quinquenio 1990-95 las empresas locales disfrutaban de un resultado neto sobre ventas mejor que las globales en porcentaje: 1,3% frente a un 1%. Este dato cambia radicalmente al final del período: las locales crecen hasta el 2,2% mientras que las globales alcanzan el 4,9%. En segundo lugar, los resultados en porcentaje son mucho mejores en la casa matriz que en el consolidado: 4,9% frente a 3,1% en el consolidado, reafirmando la tesis que la Internacionalización genera valor en el territorio de la casa matriz.
- Respecto al empleo, las conclusiones son claras y refuerzan nuestra apreciación sobre el efecto positivo de la Internacionalización en el empleo: el diferencial entre las empresas locales y globales en la casa matriz alcanza los 36 puntos porcentuales de diferencia a favor de las globales. Nuestra lectura es que cuando una empresa se multilocaliza lo hace externalizando una gama corta de su portafolio de producto. Cuando comienza a ganar cuota de mercado en el país donde se ha instalado, completa el producto fabricado en destino con el resto de la gama producido en la casa matriz. El empleo que se crea es empleo de mayor valor añadido, además del ya comentado envío de subconjuntos.
- Este último apunte es muy importante. Esperábamos un crecimiento mucho mayor del empleo cualificado en las globales frente a las locales, como así ha sido, sin embargo, nos ha sorprendido el incremento del personal sin cualificar en las globales frente a las locales. Las conclusiones son tremendas: la multilocalización productiva genera más empleo en la casa matriz para personal cualificado y sin cualificar. Es decir, doble beneficio.
Hasta aquí la serie de post sobre los positivos efectos de la multilocalización en el proceso de salida al exterior de las empresas.
Un tema que desarrollo en mi último libro ‘España está en crisis. El mundo no’ (Editorial Deusto) al que os remito para una mayor profundización sobre lo que pueden y deben hacer emprendedores, directivos y pymes para abrirse al exterior.
En definitiva, internacionalizarse para sobrevivir.
08.29.2013 a las 10:24 Permalink
[…] En Grupo Mondragón lo hemos solucionado creando parques industriales en China o India para evitar este tipo de problemas. […]