Antes de comenzar a escribir sobre el eje en el que quiero centrar este blog que hablará, sobre todo, de internacionalización empresarial, me gustaría dejaros algunas reflexiones sobre el concepto ‘humildad’.
¿Por qué ? Porque creo que el mundo internacional es tan complejo que cualquier análisis puede quedar en la superficie dependiendo de la persona que lo lee y de su conocimiento del tema, ya sea geopolítico, social, empresarial o sectorial.
Por ello, mil disculpas a los lectores, de antemano, si se sienten molestos por mis comentarios sobre países, culturas, empresas o sectores.
La única finalidad de este blog, y de los artículos que en él incorpore, es la de ayudar a las empresas a mejorar su competitividad a través de la internacionalización porque estoy absolutamente convencido de que nuestro futuro pasa por ella.
La humildad
La humildad nace del aprendizaje de la limitación de la condición humana. Jonan Fernández asegura que «todas las personas somos transitorias, limitadas, imperfectas y ni lo sabemos todo, ni lo podemos todo. Sin consciencia de nuestra imperfección nos situamos fuera de la realidad. Sin la humildad de la propia limitación, el resultado es la expresión de soberbia o sentimiento de superioridad, y por tanto, es requisito indispensable de la empatía». Y sin empatía, no hay escucha. Y sin ésta, es imposible crear confianza. Y sin confianza, no hay futuro.
¿Por qué me parece importante este apunte?
- En primer lugar, porque las personas son el elemento clave de competitividad en la nueva complejidad generada por la Globalización. No sólo para aquellos que piensen en internacionalizar su compañía, o ellos mismos, sino para los que se quieran quedar en su país. Es tal el grado de interrelación de las economías hoy que, o conocemos profundamente el mundo internacional, o nos quedaremos relegados social, cultural y económicamente.
- En segundo lugar, por mi experiencia personal y la de los equipos expatriados y locales que he tenido y tengo la suerte de acompañar durante toda mi trayectoria.
Una experiencia de ‘éxito’, nos coloca en una situación de superioridad respecto a países que consideramos ‘emergentes’. En la escala simple de ‘mejor y peor’, situamos a Alemania, Francia y algunos países escandinavos como ‘mejores’. Ahora bien, que nadie piense que polacos o chinos, por poner algún ejemplo, puedan darnos clase de nada, obviando el peso histórico de sus economías y culturas en la Humanidad.
Dominique Moïsi lo resume magníficamente en su “Geopolítica de las emociones” : “aprender de las emociones de otras culturas se convertirá en un asunto crucial. El Otro cada vez será más importante como parte de nuestras sociedades multiculturales. Las fronteras emocionales del mundo se han vuelto tan relevantes como las fronteras geográficas. La comprensión cultural e histórica de las diferencias y semejanzas del Otro es la base esencial de un mundo más tolerante».
- En tercer lugar, porque nuestro futuro se decidirá en el posicionamiento que queramos definir a largo plazo. Algo así como ‘estar fuera para desarrollarnos dentro’.
En el mundo actual, será muy difícil un desarrollo sostenido sin incorporar al resto del mundo en nuestra estrategia. Aquellos que piensen que la innovación y la internacionalización (elementos clave) se basan en desarrollos propios con nuestros recursos, con el objetivo de exportar, creo están errando el tiro.
Solo integrando el conocimiento existente en el mundo e instalándonos en los países desde los que nos llega una competencia cada día más potente, seremos capaces de sobrevivir y desarrollarnos en la nueva complejidad. Innovaremos más eficientemente y exportaremos mucho más, especialmente a países en los que estemos instalados. Este posicionamiento es clave en el futuro.
Por tanto, abrámonos al mundo con humildad, curiosidad, con ganas de exponernos y con la convicción de que una mayor comprensión global será la clave de nuestro desarrollo actual y futuro.
05.24.2013 a las 11:29 Permalink
Oso interesgarria ezarritako post-a, batez ere, pertsonak kontsideratzea konpetitibitatearen giltzarri moduan.
05.24.2013 a las 13:02 Permalink
Grandioso Iosu. No me cabe la menor duda de que éste será un blog de obligada lectura para todos los que buscamos el camino de la internacionalización desde la óptica más humana y sin ningún tipo de corset mental.
05.24.2013 a las 14:20 Permalink
Zorionak Josu, una vez más, por esta nueva iniciativa tuya, un placer poder leerte.Sigue así.
05.26.2013 a las 16:55 Permalink
Kaixo Josu, he leído con cariño tu regalo y de verdad lo he disfrutado, espero que nos sigas dando nuevas ideas y ánimos a los que no vemos envueltos en esta interesante aventura de la internacionalización.
05.27.2013 a las 12:08 Permalink
Eskerrik asko Sonia.
05.27.2013 a las 12:08 Permalink
Hola Oscar. Gracias. Cualquier aportación será bienvenida. Saludos.
05.27.2013 a las 12:09 Permalink
Eskerrik asko Mikel.
05.27.2013 a las 12:10 Permalink
Gracias Luis Mari.
05.28.2013 a las 1:18 Permalink
Muy cierto. Incluso desde un punto de vista personal, te diría que en misiones comerciales en las que he participado, hay veces que me he topado con personas que iban con actitud de «colonizar» el país. Como todo en esta vida hay que afrontarlo con humildad, conocer e intentar aprender siempre. ¡Enhorabuena por el blog!
05.31.2013 a las 14:47 Permalink
Hola Josep. Gracias por el comentario
06.12.2013 a las 12:25 Permalink
Estoy completamente de acuerdo. Tengo amplia experiencia internacional y he visto que mucha gente va de «listillo» y es un error. Primero porque solo consigues enfrentamientos y sobre todo porque no te permite estar abierto a nuevas experiencias y conocimientos. Y es una verdadera pena porque se aprende muchísimo y además son conocimientos que luego también se pueden aplicar aquí y que nos harían más creativos e innovadores (eso que ahora está tan de moda).
El actual contexto económico nos está obligando a buscar nuevos mercados. Es duro dejar tu casa, tu entorno y lo «conocido», pero tenemos que hacerlo y una actitud humilde y una mente amplia, es la mejor manera de disfrutar esa experiencia.
06.19.2013 a las 9:10 Permalink
Hola Izaskun. Hay que mirar “la salida” como una oportunidad para crecer como personas, con un punto de curiosidad e inquietud. Ahora y más en el futuro, el mundo está interconectado. Todo lo que pase fuera nos va a afectar.