La necesidad de capacidades corporativas para crecer y ser más competitivo

Durante una conversación con un grupo de clientes, segmentaba la empresa industrial en tres partes: aquellas que facturan menos de 25 M€, aquellas entre 25 y 1.000M€ y las de más de 1.000M€ de facturación.

Las risas no se hicieron esperar. ¿Vas a comparar una empresa de 30M€ con una de 300M€?

La respuesta es que sí. Tienen algo en común. Y es que las dos, en diferentes niveles, no disponen de capacidades corporativas para desarrollarse en el nuevo mundo global hipercompetitivo.

¿Y qué son las capacidades corporativas? Aquellas que toda empresa necesita cuando tiene que crecer en un entorno global, en diferentes mercados, con una cadena de valor repartida por el mundo. Con personas, fábricas y clientes en diferentes geografías.

Las principales capacidades corporativas son, a mi modo de ver:

– Gestión de los ecosistemas. Especialmente en innovación incluyendo diferentes países, con personas diferentes y tecnologías distintas
– Gestión internacional. Selección de mercados, tipo de implantación, gestión de alianzas y joint ventures internacionales, diplomacia empresarial
– Gestión de Personas. Crear un ADN global en el que todas las culturas de la empresa se sientan identificadas. Capacidades de gestión multicultural, vinculación del talento e integración de Millenials en la nueva organización. Habrá que decidir qué tipo de organización es la más adecuada en función del negocio, mercado, clientes,…
– Gestión financiera. Ya no sirve con dominar la financiación y la contabilidad general y analítica en un país. Ahora se necesitan financiaciones bancarias y no bancarias, internacionales y nacionales, seguros de cambio, seguros de materias primas, gestión global de la tesorería,..
– Gestión sistemas y procesos. Incluyendo las nuevas tecnologías (cloud, ciberseguridad, sensórica, software de gestión…) La consecución de la eficiencia en las empresas es y será clave en el nuevo mundo.

¿Alguien cree que una empresa que quiere operar en diferentes mercados más allá de la exportación (que es limitada a mi modo de ver) será capaz de competir sin las capacidades anteriores? La respuesta es no. La mayoría de las empresas que han internacionalizado sus actividades desde la innovación hasta la venta y mantenimiento de sus productos o servicios, han sufrido la carencia de personas adecuadas para un eficiente desarrollo. Y lo han hecho con mucho sufrimiento.

Los problemas de la mayoría de las empresas medianas que quieren crecer son tres:

– Falta de humildad. Hemos tenido éxito. Sabemos cómo hacerlo y no necesitamos a nadie. Craso error. Si hay una característica importante en este nuevo mundo es la ruptura de las cadenas de valor verticales y horizontales consecuencia de las nuevas tecnologías. O trabajamos con ecosistemas o no sobreviviremos.
– Quiero mantener mi “status quo”. Quiero seguir con mis mercados y mis resultados. Tampoco funciona. Es tal la aceleración tecnológica y la interdependencia mundial que deberemos reinventarnos continuamente.
– Dudas en la inversión y en la selección de talento. ¿pongo una persona en internacionalización o en gestión personas o en el dpto financiero? La respuesta es siempre sí. Si queremos conseguir tamaño, tenemos que invertir. Es más rentable incorporar capacidades que arreglar problemas más tarde. Respecto a la selección de las personas adecuadas, debemos ser honestos. Es posible que el CEO, el DF o el DP no sea el adecuado para liderar el cambio, por capacidades técnicas o de liderazgo.

Mi propuesta es que sea la Administración la que desarrolle las capacidades corporativas desde el punto de vista conceptual para que la empresa mediana pueda aprovechar sin desatender el negocio. Necesitaremos un esfuerzo por parte de la Administración pero también de las empresas. No será posible desarrollarse en este nuevo mundo sin humildad. Es imposible que gestionemos eficazmente mercados, personas, sistemas y tecnologías sin colaborar con otros que no están en nuestra organización. ¡¡Este sí que es un gran cambio!!

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